El Neufchâtel es un queso de corteza florecida, a medio camino entre un
Brie y un Camembert, pero sin las notas amoniacales de este último, y
con la textura cremosa y aterciopelada del primero. En boca se amalgaman
perfectamente la fortaleza de su corteza bien presente, con la
intensidad y untuosidad de la pasta, en una conjunción compleja y
punzante, con un largo y persistente final.
Su gusto fuerte y dulce marida perfectamente con vinos tintos afrutados
y cuando está muy maduro, los vinos más potentes valorizan su marcado
sabor. Si se elige fresco, se integra perfectamente en numerosas
elaboraciones saladas o también dulces.
*Las imágenes son ilustrativas.